Soy Deni, formada en artes escénicas, astrología, registros akáshicos y como profesora y maestra de yoga integral.

Hace seis años que acompaño a mujeres en sus caminos de autoconocimiento. Soy amante de todo lo que significa ser mujer y bruja, de la búsqueda incesante del ser, del sentido de la vida, y siempre acompañada de la creatividad.

Las artes y la expresión han sido gran parte de lo que me ha permitido un encuentro honesto conmigo misma. Por eso, he integrado estas herramientas en mis Sesiones de Autoconocimiento a lo largo de los años. Las expresiones artísticas me han sanado sin buscarlo y me han permitido reconocerme en todas mis facetas. Comprendo, así, el enorme poder de verte y aceptarte en todas tus formas, sin juicios.

Tan Volcánicas nace de observar, en mis sesiones, cómo muchas mujeres tenemos la expresión reprimida y sentimos demasiado presentes las culpas y ataduras que limitan nuestra libertad. Por eso, me enfoqué en combinar herramientas de autodescubrimiento más analíticas y espirituales, junto con técnicas creativas, emocionales y corporales. La astrología, en este camino, suma una comprensión profunda de nuestros patrones, ciclos y energías, ayudando a contextualizar nuestros procesos y a integrar conscientemente lo que surge en el cuerpo, las emociones y la mente.

Creo en la necesidad del caos y la purga para la sanación. Sé lo liberador que es soltar vergüenzas a través del canto, la danza o ejercicios actorales, y también la importancia de apagar la mente racional mediante la meditación, el yoga o simplemente el silencio.

A la vez, valoro y agradezco la necesidad del orden, del detalle y de la asociación de ideas que permiten dar estructura y cauce a todo lo mencionado. La danza entre el caos y el orden es lo que sana: más que sanar algo en particular, nos permite acercarnos a nosotras mismas y reconocernos en nuestra esencia, habilitando nuestra autenticidad más allá de lo que otros piensen, de lo que dicta la sociedad o de lo que nos haya ocurrido en la vida.

Agradezco profundamente el camino recorrido y todas estas herramientas que me han acompañado y empoderado. También agradezco a cada mujer que me ha permitido ser parte de sus procesos, maravillándome con sus encuentros, evoluciones y superaciones.

Creo profundamente en nosotras y me llena de esperanza ver cómo retomamos nuestros espacios, tanto internos como externos, y cómo los compartimos en comunidad con otras mujeres.